Todo pasó como un soplo,
otra vuelta, otra lágrima,
y me doy cuenta de que no quiero llegar a ese día
cuando mi presencia se pierda entre las sonrisas ajenas,
la mía está para nadie ¿Quién la hará surgir?
Sigo girando sin parar, siempre con cuidado de no resbalar,
sigo intentando estar despierta
aunque a veces el sueño me venza
y mis pies sigan bailando sobre mi cabeza.
Espero no derrumbarme, quiero seguir
incluso si cada palabra pronunciada
fue cortada con indiferencia por quienes me importaban
quisiera que en el fondo el deseo no haya crecido sólo
porque sino se enterrará deseando nunca haber nacido.
Nuevas página que me guíen a lo que en verdad busco,
pasos adversos a los que todo el mundo sigue,
sostenerme sin vértigo pues no hay nada abajo
y ver las cosas como muchos tienen miedo.
A veces hay que ceder, no forzar lo que no debe ser
y ver nacer a donde siempre debimos pertenecer.
-ananda.
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