Fue una noche larga, de esas que se sienten como verano por el hecho de que no hay obligaciones que quieras cumplir, a pesar de que quizás tengas que hacerlo. Me levanté al día siguiente esperando que todo haya desaparecido, que las decisiones que había tomado en realidad no existieran, pero entre la colorida niebla aparecieron sus esqueletos persiguiéndome hasta caer, me di cuenta que ya nada podía hacer, me acompañarian hasta que las personas que los crearon acepten algo contrario a ellos mismos. Y así fue que el en plazo de una hora ya todo se esfumó, se fue el dolor, los recuerdos, los celos, las iras, el apuro, todo se fue, y quedó claro el panorama, no con ningún deseo específico pero si con una meta, que la cumpliría con la ayuda de quienes me lastimaron, olvidándolos o perdonándolos pero solo por el bien de quien fui, soy y seré YO hasta el final.
-ananda.
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